Cuando baja la temperatura y cae la nieve, nuestros amigos de cuatro patas siguen queriendo disfrutar de las vistas, los sonidos y los olores de su mundo invernal. La mayoría no se conforma con un rápido "viaje de negocios": incluso con temperaturas de un solo dígito, los cachorros también quieren disfrutar. Siguiendo estos consejos de seguridad invernal para perros, estarán seguros y abrigados mientras juegan (y aran) en los fríos meses que se avecinan.
Tómate tu tiempo para reflexionar. Al atardecer, una correa, un collar o un chaleco reflectantes, o una luz LED para el collar, son una forma barata y sencilla de que tu perro sea visible para coches, ciclistas e incluso otros dúos de perros y humanos. Hazte también con un equipo reflectante o una linterna frontal: las luces de los smartphones son brillantes, pero es mejor tener una mano libre para la seguridad.
Los toboganes son para el verano. Empiece despacio y no se enfrente a terrenos traicioneros. Muchos perros pueden ser ágiles en situaciones resbaladizas, pero no los cachorros inexpertos ni los ancianos cautelosos. Pruebe con escarpines protectores si su perro los tolera; introdúzcalos en el interior para que se aclimate. Y el calzado antideslizante es imprescindible para usted. Si se cae con fuerza mientras va colgado de una correa, ambos podríais resultar heridos.
Evita el dolor de patas. La nieve es una bola para retozar, pero no es tan divertida cuando se congela en las patas. Además de las dolorosas bolas de hielo, el aguanieve y la sal pueden mezclarse con la suciedad y formar una capa arenosa e irritante en los dedos, la cola y la barriga. Haz algo más que secarles con una toalla: sumerge las patas congeladas en agua tibia jabonosa y aclara (o lava) a fondo la capa interna de pelaje y la cola. Utiliza sal apta para mascotas en la entrada de tu casa y en los paseos; no sólo es más respetuosa con sus patas, sino que no es tóxica si la ingieren.
Las capas son la clave. Igual que nosotros nos abrigamos con plumón para sobrevivir al frío, añadir un abrigo a tu perro le ayudará a conservar el calor corporal y a mantenerse seco y cómodo.
Hidrátate por dentro y por fuera. El aire seco del invierno roba humedad por todas partes y tu mascota no es una excepción. Fomente el consumo extra de agua, evite las grietas en la nariz con una pomada protectora y evite que las almohadillas de las patas se abran recubriéndolas con una cera barrera.
Viento helado. Si el aire exterior es tan gélido que se aconseja a los humanos limitar la exposición a 10-15 minutos, lo mismo vale para tu mascota. Y aún menos para los más pequeños, los cachorros y los ancianos: a veces, un orinal rápido es todo lo que pueden aguantar.
¿Y si no puedes soportar el frío? Si no puede (ejem-no quiere) sacarlos a pasear usted mismo pero ellos siguen necesitando estímulos, aquí tiene algunas ideas de interior:
- Visite lugares locales en los que su perro es bienvenido, desde tiendas a cafeterías y mucho más.
- Eche un vistazo a las guarderías locales. Algunas incluso ofrecen horas de juego sin cita previa si tu perro solo necesita una hora o así.
- Proporcione un montón de juguetes que estimulen tanto el cerebro como el cuerpo para esos ratos de fiebre de cabina.
- Los perros sí que pueden aprender a caminar en una cinta. Enséñales a usar la tuya, o invierte en un modelo más pequeño especialmente diseñado para canes.
Mantenga a sus perros cerca, abrigados y protegidos durante todo el invierno y, antes de que se dé cuenta, habrá llegado la temporada de las patas embarradas, ¡y usted apreciará mucho más el color blanco!